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Cómo abrir una cerradura atascada

Las cerraduras son parte fundamental de la seguridad de nuestra casa, pero pueden fallar en el momento menos esperado. Una cerradura atascada puede ser un verdadero problema, especialmente si estás fuera de casa o en caso de urgencia. Por suerte, existen varias técnicas que puedes emplear para solucionar este problema sin necesidad de llamar a un cerrajero de inmediato. 

Por qué se atasca una cerradura

Antes de intentar abrir una cerradura atascada, debes entender las posibles causas del problema. Entenderlas te ayudará a solucionar el poroblema cuando te lo encuentres y te ayudará a prevenir futuros atascos. Algunas de las razones más comunes por las que una cerradura puede atascarse son:

  • Con el tiempo, el polvo, la suciedad y otros residuos pueden acumularse dentro de la cerradura, dificultando el movimiento de los componentes internos.

  • Las cerraduras necesitan estar bien lubricadas para funcionar correctamente. Si notas la cerradura rígida o difícil de girar, es muy probable que necesite lubricación.

  • Una llave doblada o muy desgastada puede no encajar bien en la cerradura, pudiendo provoicar un atasco.

  • Si la cerradura no está alineada correctamente con el pestillo, puede ser difícil girar la llave, provocando su atasco.

  • Con el tiempo, los componentes internos de la cerradura pueden desgastarse o dañarse, pudiendo causar que la cerradura se atasque.

Cómo abrir una cerradura atascada

Una vez que has comprendido la causa del problema, puedes intentar una de estas técnicas para abrir una cerradura atascada.

1. Verifica la llave

Lo primero que debes hacer es verificar que la llave no esté doblada ni desgastada. Si puedes, intenta usar una llave de repuesto para comprobar si el problema persiste. Una llave doblada puede ser enderezada cuidadosamente usando un martillo pequeño o si la curva es leve, aunque lo más recomendable siempre es usar una copia que no tenga problemas.

2. Lubrica la cerradura

Una cerradura rígida o difícil de girar puede necesitar lubricación. En tu ferretería puedes encontrar lubricantes específicos para cerraduras. Uno de los más recomendados es el lubricante de grafito, ya que no atrae el polvo como los lubricantes a base de aceite. Inserta la punta del lubricante en el ojo de la cerradura y aplica una pequeña cantidad. Luego, intenta girar la llave para distribuir el lubricante por todo el mecanismo interno.

3. Usa una herramienta para mover el pestillo

Si la cerradura está atascada porque el pestillo no se mueve, puedes intentar usar una tarjeta de crédito vieja o una lámina de plástico rígida. Inserta la tarjeta entre el marco de la puerta y el pestillo, intentando mover el pestillo hacia adentro. Este método funciona mejor con cerraduras simples y te permite abrir la puerta temporalmente.

4. Ajusta la alineación de la puerta

Si crees que el problema puede ser la alineación de la puerta, intenta empujar o tirar ligeramente de la puerta mientras giras la llave. Esto puede ayudar a que la cerradura se alinee correctamente con el pestillo y permita que la llave gire. Ajustar las bisagras de la puerta puede resolver problemas de alineación persistentes.

5. Usa aire comprimido para limpiar la cerradura

Si la cerradura está sucia, puedes limpiarla con aire comprimido. El aire comprimido eliminará el polvo y otros residuos que pueden estar obstruyendo los componentes internos. Es una técnica sencilla y efectiva, sobre todo si la cerradura no ha sido mantenida adecuadamente durante un tiempo.

6. Desmonta la cerradura

Si todo lo anterior no da resultado, puede que sea necesario desmontar la cerradura para identificar y solucionar el problema. Este es un trabajo más delicado y requiere algunas herramientas. Primero, retira los tornillos que sujetan la cerradura a la puerta. Una vez que la cerradura esté suelta, examina el cilindro y los componentes internos en busca de desgaste o daño. Si localizas un problema, como un resorte roto o un componente fuera de lugar, puede que necesites cambiar la cerradura.

7. Usa grasa de litio blanca

Para problemas persistentes de rigidez, la grasa de litio blanca es una buena opción. Este lubricante es más denso que el grafito y puede ser más efectivo en cerraduras con mucho uso o expuestas a las inclemencias del tiempo. Aplica una pequeña cantidad directamente en el cilindro de la cerradura e inserta y retira la llave varias veces para distribuirla.

8. Llama a un cerrajero profesional

Si ninguna de las técnicas anteriores funciona o no puedes resolver el problema por tu cuenta, lo mejor es llamar a un cerrajero profesional. Es fácil encontrar cerrajeros disponibles las 24 horas que pueden ayudarte rápidamente con una cerradura atascada. Un profesional no solo resolverá el problema, sino que también puede ofrecerte consejos sobre cómo prevenir futuros atascos.

Cómo evitar que una cerradura se atasque en el futuro

Una vez que hayas resuelto el problema, es importante que tomes medidas para evitar que vuelva a ocurrir. Algunos consejos para mantener tus cerraduras en buen estado:

  • Lubrica las cerraduras al menos una vez al año y limpia cualquier tipo de suciedad visible en el exterior.

  • Reemplaza las llaves que estén dobladas o desgastadas antes de que puedan provocar un problema.

  • Asegúrate de que las puertas estén bien alineadas y ajusta las bisagras si es necesario.

  • Si tu cerradura está expuesta a la intemperie, puedes instalar una cubierta protectora o utilizar cerraduras diseñadas para resistir las condiciones climáticas.

Las cerraduras atascadas pueden ser un grave problema, pero con las técnicas adecuadas, puedes resolver el problema por ti mismo y prevenir futuros atascos. Mantener tus cerraduras en buen estado garantiza tu seguridad y prolonga su vida útil. Si alguna vez te encuentras en una situación en la que no puedes solucionar el problema, no dudes en contactar a un cerrajero profesional para obtener ayuda.